El aceite de jojoba cuenta con numerosos beneficios para la piel. Entre los distintos beneficios se encuentran, sus grandes propiedades para humectar, nutrir y brindar elasticidad y suavidad a los tejidos de la piel, ayudando a prevenir y eliminar finas arrugas. Es un gran emoliente y reparador de la piel, principalmente de los daños ocasionados por el acné. Es un aceite seco, que no deja rastros pegajosos ni grasosos, al contrario, se extiende, se absorbe y se lubrica bastante bien en la piel, brindándole una sensación suave, flexible y aterciopelada.
Además, permite retener el agua en las capas de la piel mejorando su estado de hidratación. Se posiciona como uno de los principales sustancias lipídicas renovables de origen vegetal para los cosméticos. Es un producto natural con bastante estabilidad; resiste temperaturas muy altas y la oxidación, debido a su composición molecular y sus altos contenidos de antioxidantes.
El extracto de semillas de jojoba es la única sustancia de origen vegetal compuesta por ésteres líquidos cerosos de cadena larga. Estos ésteres se utilizan en el control no oclusivo de la humedad y en la fotoprotección de la piel y el cabello, gracias a que resiste la hidrólisis y oxidación. Además, se ha demostrado que son bastante parecidos a los ésteres que componen un 25-30% del sebo humano, por lo tanto el uso del aceite de jojoba en los cosméticos es bastante funcional y compatible con la piel humana. Cuando este aceite es aplicado sobre la piel, la capa que se crea no es grasa y es parcialmente porosa, por lo tanto permite controlar perfectamente la humedad y la respiración transepidérmica.